Hoy tocaba diana a las 5 de la mañana ya que la furgoneta de la excursión nos recogía en el hotel a las 5:30, el tiempo justo para levantarse, vestirse y mendigar cuatro piezas de fruta a los de la recepción. Tras esto nos quedaban aproximadamente unas 2 horas de recorrido hasta Cancún, donde partiríamos al que fue el mejor día de todo el viaje.

El trayecto de dos horas se nos hizo corto, en gran parte gracias al repaso que le estábamos dando al tochazo de conceptos para la licencia de submarinismo, aunque bueno, sinceramente hubiese preferido una buena novela épica. Tengo que reconocer que iba todo el trayecto un poco acojonadillo a mí eso de tirarme en mar abierto siempre me ha dado mucho respeto, ¿Y si viene Godzilla y me devora de un bocado?

Dentro del barco y ya en marcha lo único que nos faltaba era el tiburón ballena, que se hizo de rogar. Una hora después, cuando ya lo dábamos todo por perdido, el capitán del barco avisto una serie de barcos muy juntos y nos acercamos a echar un vistazo… al acercarnos vimos un ¿banco? de unos 30 ejemplares, todos en la misma zona. Nos faltó tiempo para ponernos el chaleco, las gafas y el tubo, yo tuve suerte y salte de los primeros, el acojone desapareció en el momento que el guía dijo SALTAD!!

A los pocos segundos de saltar ya nos encontramos con el primero de frente, la sensación de ver semejante animal viniendo hacia ti en un medio que no es el tuyo es… indescriptible!! Después del primero nos aparecían por todos lados. Mirabas uno y te aparecía uno por detrás, otro a la derecha, por debajo, era algo impresionante. En un par de ocasiones me llegaron hasta a rozar la pierna, con el consiguiente acojone…

Es curioso como un animal tan grande puede ser tan tranquilo, que se aparta de su ruta si te encuentra en medio y que si lo estresas mucho se marcha.

Con la adrenalina a tope y después de casi 2 horas y media, de las cuales pase 2 horas enteras en el agua, tocaba subir al barco. Ya arriba le pregunte al guía si lo de hoy era lo normal y me dijo que el día anterior solo encontraron un ejemplar y que la semana anterior no habían visto ni uno… poco después nos comentaron que el día antes (justo el día en el que estábamos) y el día después de la luna llena es cuando los tiburones ballena se juntan para reproducirse.

Espero que os gusten los vídeos, que trabajo me han costado, sobretodo perdonar los movimientos bruscos pero dentro del agua es acojonantemente difícil grabar. La canción que suena en el primer video es: And then its all gone – Williamson

La segunda parte os la explicare otro día que si no esto queda muy largo…

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